Graduación de SEXTO Promoción 2005 - 2011

Dedicado a mis alumnos y alumnas de SEXTO, un único SEXTO, sin letras A ni B



Sábado, 11 de junio de 2011
Un día después del inolvidable viaje fin de curso.


Me conecto a internet y empiezo a navegar por nuestro blog de 6º, surcando el mar de los recuerdos, acompañado por la suave brisa de la nostalgia. Entre fotos y fotos, una mirada atrás y otra hacia el futuro más próximo.
¡Tengo que escribir una redacción para el día de la graduación de Primaria y no sé por dónde comenzar! ¿Qué hago? ¿Qué me puede servir de inspiración?
De pronto, miro hacia la parte derecha de la página y observo que está ahí. Sigue moviéndose, cambiando cada segundo. Ya casi ni me acordaba de él. ¡Un contador de tiempo! Sí, ese mismo, el que colocó el profe en el blog. Un reloj que no se detiene, que sigue descontando los segundos, que continúa apurando los minutos. ¡Ya sólo faltan tres días, unas pocas horas!
Y pienso al instante:
-¡Pero si ese marcador de cuenta atrás lo puso el profe no hace mucho! Es verdad que nos lo avisó allá por el mes de octubre, cuando decía una y otra vez: “ya veréis que el tiempo pasa volando, que cuando os queráis dar cuenta ya estará finalizando el curso y vuestra etapa de primaria en vuestro cole de siempre”.
Recuerdo también que nos dijo que esa cuenta atrás le parecía mejor que fuese la de nuestra fiesta de graduación. Pudo hacerlo contando el tiempo que quedase para el día de la fiesta o para el último día de clases, pero no, quiso que supiésemos el tiempo que iba quedando para llegar hasta este día 14 de junio de 2011.
Creo, pensando un poco, que lo pondría para que le diésemos importancia a este acto tan especial, el día en que por fin empezamos a darnos cuenta de que tenemos que poner un punto y seguido en el dictado de nuestras vidas. Un simple punto y… ¡vaya lo que significa para todos nosotros!
Porque, hasta ahora, la verdad es que con tantas actividades, trabajos, exámenes, ensayos para el baile de la fiesta, los preparativos del equipaje o el inolvidable viaje fin de curso, no habíamos echado un vistazo al frente para observar el horizonte de la Secundaria.
Y ahora, de repente, nos encontramos aquí todos y todas, cruzando un corto, pero intenso y emotivo puente entre la primaria y la secundaria. De una etapa a otra, de nuestro cole de toda la vida al instituto, para continuar formándonos como personas, aprendiendo de los profes y seños, conviviendo con nuestros “compis”. Los profesores y profesoras del instituto ya están preparados para tomar el relevo de nuestros profes.
Casi todo será igual, me imagino. No tiene porqué haber tantas diferencias puesto que nuestras seños y profes de primaria nos han enseñado la mejor asignatura de la vida, esa que nunca se nos puede olvidar, la que habla del respeto, la convivencia, el compañerismo, la amistad, la solidaridad, el diálogo, el esfuerzo y la perseverancia. Con todos estos valores se podrán alcanzar todas las metas que tenemos en mente. ¡Seguro que sí!
Atrás van quedando los días en nuestro cole, la fila en el patio a las nueve menos cuarto, tiempo justo para contarnos muchas cosas; la subida ordenada por las escaleras, ordenada, lo que se dice ordenada, ahora sí porque somos los mayores del cole y además teníamos que dar ejemplo porque hemos sido durante este curso alumnos y alumnas guía.
Y sigo mirando atrás en el tiempo y recuerdo lo que he ido aprendiendo curso tras curso: a leer y escribir correctamente, bueno, casi bien, porque alguna falta de ortografía sigo teniendo, y a sumar, restar, multiplicar y dividir, a participar como actores y actrices en una obra de teatro, a bailar, a jugar con mis compañeros y compañeras en el patio en el ratito del recreo o en Educación Física. Y ahora que soy más mayor y ya casi termino Sexto, me atrevo con las fracciones, potencias, raíces cuadradas, la complicada Geometría, y a recitar correctamente una poesía, a analizar oraciones en Lengua, los mapas físicos, el Inglés lo manejo cada vez mejor y de tocar la flauta ya ni os cuento. 
La verdad es que hemos cambiado mucho desde que entramos hace seis años a nuestro cole de Primaria. De ser unos simples “enanos”, traviesos y charlatanes como nadie, y mirad ahora en lo que nos hemos convertido, en chicos y chicas con un bonito futuro por descubrir, y ese futuro está en nuestras manos. Y hemos mejorado mucho, eso es lo que nos dicen los profes. Ya no hablamos todos al mismo tiempo, levantamos la mano para poder dialogar, sabemos hablar con un tono de voz apropiado, eso al menos es lo que hemos puesto en práctica en las clases. ¡Hasta que llegó el viaje, claro está! Y hemos vuelto a dar rienda suelta a nuestro potente volumen de voz.
Hemos pasado de escribir con tiza en la pizarra verde de toda la vida, a utilizar rotuladores en la pizarra blanca y trabajar con la pizarra digital; de llevar la mochila cargada de libros y cuadernos, a llevarla igual de cargada pero además con el portátil dentro; de hacer trabajos escritos en folios a presentarlos ahora en power point o entregárselos a los profes en un pendrive. Todo últimamente han sido cambios y más cambios y nosotros por supuesto que también hemos ido cambiando.
Y siempre quedarán grabados por los pasillos y en las paredes de nuestras clases los ecos de nuestras charlas, nuestras risas, nuestras discusiones, nuestros diálogos, nuestras canciones… Porque este espacio forma parte ya para siempre de nuestros recuerdos, aquellos que no se olvidan, los más profundos en nosotros, los que siempre guardaremos. Porque fue, es y será el colegio Clara Campoamor nuestro segundo hogar y las seños y profes nuestra segunda familia, por eso les seguiremos queriendo, como ellos seguro que seguirán acordándose de sus alumnos y alumnas.
Pero ahora tenemos que mirar al presente y, sobre todo, al futuro más inmediato, sin olvidar nuestras raíces, las que nos han dado nuestra forma de ser, las que nos han preparado para la siguiente etapa.
Cruzaremos el puente con la mirada al frente, con la cabeza bien alta, orgullosos de pertenecer a este centro educativo, con paso firme y decidido, con ganas de que se cumplan nuestros objetivos; pero no por ello, dejaremos de mirar atrás de vez en cuando para recordar todo lo que hemos ido dejando a nuestras espaldas en el camino de la vida; todas las personas que nos han estado acompañando, aconsejando, formándonos como personas, nuestras seños y profes de Primaria, personas esenciales para todos nosotros, personas que seguro que se sienten orgullosas de que hayamos sido sus alumnos y alumnas y a las que agradecemos de todo corazón todo lo que nos han enseñado y ayudado porque ellas y ellos siempre han estado ahí, dando lo mejor que tienen por todos nosotros.
Gracias seños. Gracias profes.


Y ahora, y de forma simbólica, vamos a dar todos y todas un paso al frente e imaginaremos que cruzamos con el corazón el pequeño puente que nos conduce a nuestra nueva etapa. Con toda la ilusión del mundo. Será fácil pero intenso y, sobre todo, muy emocionante.
¡Y que la suerte nos acompañe!


Con el máximo afecto y aprecio posible
Tutor de 6ºB